Atopías: hacia una estética de los paisajes forenses.

Es posible enunciar que la desaparición forzada en México, Chile, Argentina, Guatemala, entre muchos otros territorios, responde a los rostros contemporáneos de la violencia y su dimensión inefable e irrepresentable de nuestros días. Los claros, y a la vez oscuros, escenarios de la impunidad han hecho de los desaparecidos un asunto sobre el tintero de la historia, de la justicia y, por supuesto, de lo político. Los desaparecidos como campo problemático no constituyen una instancia vacía, sino al contrario, contienen los rostros de la violencia contemporánea, la injusticia y la impunidad. No podemos dudar que, por los vacíos en materia jurídica, el desaparecido forzadamente ha sido despojado de un fundamento político, de su estatuto político y, en ese sentido, del desarraigo de ciertas determinaciones de lo humano, tales como una condición digna de aparición. En consecuencia, el abordaje teórico y político del desaparecido es una condición difusa en su tratamiento, ya que se ubica, si es que tiene lugar, entre lo vivo y lo muerto, entre las numeralias de natalidad y los valores de mortalidad. Lo más grave no son las cifras ofrecidas por cada instancia estatal, sino la indeterminación al margen de su imposibilidad de aparición.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 01. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenea.

Tras décadas de una producción de la ausencia como dispositivo de gobierno, los modos de hacer aparecer los espacios de denuncia, como territorios vivos que dan voz a los desaparecidos, no han parado; por ello, periodistas, activistas, artistas, teóricos, entre muchos otros, no se han cruzado de brazos. Desde los años 70, particularmente, levantar la voz por quienes ya no podían hacerlo se volvió una tarea de urgencia. La exigencia de verdad rápidamente encauzó un sinnúmero de frentes, desde marchas y mítines, hasta expresiones y manifestaciones de todo tipo, interviniendo así no sólo el espacio público, sino también radicalmente el espacio privado. Frente a esto, un sinnúmero de artistas ha salido a las calles, se ha apropiado del museo, las galerías y, por supuesto, los medios digitales. En gran medida, la gráfica política y la producción artística ha elevado, o desplazado, su labor de circulación al nivel de la exigencia social; empero, evocar el duelo colectivizado de los desaparecidos no conlleva elevar la experiencia dolorosa a un entendimiento de la desaparición misma. En ese sentido, la producción de arte encuentra un correlato desde la producción visual y material de la restauración de la memoria, de la denuncia y de la  ; sin embargo, se requiere de un trabajo por encima de la compasión para revertir el daño.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 02. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#sceneb

Con el surgimiento de las estéticas materiales,[1] el horizonte de la estética se ha desplazado a operaciones más de procesos investigativos, y no sólo contemplativos, que establecen las condiciones de posibilidad de lo sensible. La estética, en ese sentido, también operada como instrumento que reagrupa la dimensión sensible de los hechos, las evidencias, las materialidades, reabre la reflexión sobre el pasado, es decir, sobre la historia y, por qué no, sobre el presente. La estética como herramienta investigativa permite hacer mapeos y generar procesos de análisis, así como reconstruir desde la materialidad un mundo en común. Un mundo que, a todas luces, se presenta como un paisaje desolado. Uno de los desplazamientos más notables, entre los cruces de la desaparición forzada y la estética, pero también de los territorios digitales y los procesos artísticos, es el trabajo de la plataforma Forensic Landscapes.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 03. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenec

Forensic Landscapes[2] es un proyecto que ha desplazado las evidencias materiales de la violencia detonada desde la desaparición forzada en América Latina hacia los archivos digitales; ello sin arriesgar la condición material del archivo mismo. Así es como este proyecto se compone de una serie de videos, fragmentos textuales y paisajes multimedia que reorganizan la dimensión política y estética de los desaparecidos. Forensic Landscapes no sólo es un depositorio de información muerta, sino una serie de ocho paisajes digitales que cruzan información sobre agentes operativos de la desaparición forzada; sin embargo, también es una propuesta de presentación y exhibición de las evidencias materiales de lo que ha dejado tras de sí la desaparición forzada en América Latina. Cada uno de los paisajes traspasa la dimensión de la compasión y van más allá: son herramientas cartográficas que se insertan como argumento de una contrahistoria en el orden de lo político. La potencia de Forensic Landscapes es la de regresar, por medio de la estética y los paisajes forenses, a un archivo y cartografía digital de la ausencia, es decir, como un mapa político de los desaparecidos que permite reorganizar las condiciones de aparición; ello desde la estética como herramienta de investigación forense. En ese sentido, cada uno de los paisajes forenses expuestos en la plataforma, más allá de la voluntad de encontrar una verdad esclarecedora de los hechos, revierte dimensiones geopolíticas y genera un paisaje estético-forense de una serie de capítulos de violencia acontecidos en México, Guatemala y Argentina.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 04. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scened

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 05. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenee

Forensic Landscapes es, claramente, un medio de búsqueda y rastreo de los ausentes, pero también una propuesta de mostrar y exhibir, por medio de paisajes forenses, la ausencia como materia oscura.[3] La propuesta de una estética investigativa, donde las formas de exhibir, mostrar y exponer también son modelos de búsqueda, tiene como finalidad volcar la mirada a las historias inconclusas y olvidadas en la historia misma. Las cartografías forenses presentadas por Forensic Landscapes van más allá de una narrativa lineal de los hechos de violencia, sino que miran debajo de los acontecimientos y de la acumulación discursiva y material de hechos, pues devuelven la dignidad de búsqueda y aparición de los desaparecidos. Siguiendo todo lo anterior, los paisajes forenses propuestos por Forensic Landscapes son testigos materiales, aún en su dimensión digital, de la historia, de la geografía y, por qué no, de la estética. La serie de ocho paisajes forenses ha desplazado la historia de la indignidad de aparición, hacia generar las condiciones de aparición de los desaparecidos. Así es como por medio de la estética investigativa se puede situar un no-lugar donde cobran una dimensión política los desaparecidos. Forensic Landscapes se puede entender como un paisaje forense, pero también como una atopía que hace posibles, desde las formas digitales de archivar la ausencia, territorios forenses de aparición estético-política. Desde Forensic Landscapes se convoca a reorientar la experiencia de lo sensible y lo político desde una atopía, el topos de las ausencias, para reorganizar las formas de la experiencia y las implicaciones del conocimiento en torno a los hechos y a la violencia del presente.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 06. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenef.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 07. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#sceneg

Hacer posible un diálogo entre la historia del arte y la historia de la desaparición forzada en el mundo contemporáneo es reconstruir, por un lado, una historia de la producción artística que ha salido no sólo del museo y las galerías, sino también de la historia misma; mientras que, por el otro, la historia de los desaparecidos se trata de reparar una arqueología de las vidas suspendidas. A partir de Forensic Landscapes se puede entender la dimensión política de las producciones estéticas a nivel digital, pero, sobre todo las articulaciones entre la violencia, la formación de cultura, las demandas públicas y las prácticas de intervención estético-digital que se nos presentan abiertamente como una acción política. En ese sentido, Forensic Landscapes hace visible y enunciable el problema histórico y epistemológico de la ausencia. Cada una de las cartografías políticas que muestra la plataforma hacen posible escenarios atópicos que revierten las lógicas de representación en favor de hacer aparecer lo que deliberadamente ha sido desaparecido.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 08. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenei.

Para Boris Groys, “el arte, en cambio, constituye un modo moderno de sobrellevar esta preferencia y establecer cierta igualdad entre los vivos y muertos”,[4] de volver la mirada hacia los restos y las ruinas de lo que ha dejado la desaparición forzada en América Latina. Esto es, sin duda, una tarea de la historia y los procesos de justicia, pero también un deber por parte de los artistas, curadores, investigadores e historiadores del arte; sin dejar de lado y sumando a la propuesta de Boris Groys, aún queda pendiente la igualdad de los desaparecidos.

[1] Cf. Forensic Architecture. Hacia una estética investigativa, España: macba-muac, 2018, p. 32.

[2] La plataforma puede ser revisada en Forensic Landscapes: https://www.forensiclandscapes.com/

[3] Fragmento de la pieza: https://www.forensiclandscapes.com/

[4] Boris Groys, Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporáneo, Buenos Aires, Caja Negra, p. 19.

Gonzalo Chávez Salazar (Ciudad de México,1989). Licenciado en Filosofía e Historia de las Ideas por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Maestro en  Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México (FFyL-IIE). Investigador-asociado en el Centro de Estudios Genealógicos para la Investigación de la Cultura en México y América Latina (CEGE). Miembro activo del Grupo de Investigación Transversal sobre Biopolítica y Necropolítica en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México desde 2013 a la fecha. Editor encargado de la revista Heterotopías. Revista de estudios sobre la Ciudad del posgrado en Estudios sobre la Ciudad-UACM desde 2017 a la fecha. Ha participado en decenas de congresos y coloquios a nivel nacional e internacional. Profesor de asignatura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Sus principales líneas de investigación son: estética, teoría de la imagen, filosofía de la cultura y violencia.

Publicaciones

«Hacia la nueva normalidad: el porvenir de las sociedades Biotecnológicas», en Pensar la Pandemia. Philosophize with face waskInternacional Pandemic Project, 2020.

Enlace: https://pensarlapandemia.com/2020/06/28/hacia-la-nueva-normalidad-el-porvenir-de-las-sociedades-biotecnologicas/?fbclid=IwAR3K7FmUjW-KPrKx38EQuiqVDM23lS9i68gPqo7eowSZV0qv_BMqIWQeYac

«Máquina de escribir», «Flujo», «Informe para un escrito»,«Una vida, una plegaria…, alguien», en Ensayos maquínicos. La escritura como acontecimiento, 2020.ISBN:978-607-8692-10-1

«¿Pedir perdón? », en Y-NOT Magazine, 2020.

Enlace: https://www.y-notmag.com/all-posts/2020/6/30/pedir-perdn?fbclid=IwAR0J4AR9RWO5xvss4uB9QSdF3pW8cHYAPBNJB1Uvc5wYUiAwaHxm79CPJSw

«Violencia de archivo», en RevistaEstudios del discurso, 2018. ISSN: 2448-4857.

Enlace: http://esdi.uaem.mx/index.php/esdi/article/view/60

«Ciudad-discurso», en Heterotopías. Revista sobre la Ciudad (UACM), 2018.

Enlace: https://www.uacm.edu.mx/Portals/49/Revistas/1/INTERIORES_sencillos.pdf

 «Biopolítica: sustracción del cuerpo y de la vida», en Nomadismos biopolíticos. Miradas en torno a la producción de vida y muerte en el mundo contemporáneo, en imprenta.

Atopies: vers une esthétique des paysages médico-légaux

Il est possible d’affirmer que les disparitions forcées au Mexique, Chili, en Argentine et au Guatemala, parmi d’autres nombreux territoires, correspondent au visage contemporain de la violence et à sa dimension ineffable et occultée de nos jours. Les zones claires et obscures à la fois des théâtres de l’impunité ont fait des disparus une affaire encore à régler par l’histoire, la justice et, bien sûr, par la politique. La problématique des disparus ne constitue pas une instance vide, mais au contraire, porte en elle les visages de la violence contemporaine, de l’injustice et de l’impunité. Nous ne pouvons douter que, du fait du vide juridique, la personne disparue de façon forcée est dépouillée du fondement et de son statut politique, et, dans ce sens, est exclue d’une certaine forme d’humanité, comprise comme une condition digne d’apparition. Par conséquent, la vision théorique et politique du disparu constitue une, réalité floue, car elle se situe, si elle a bien lieu, entre ce qui est vivant et ce qui est mort, à la croisée des statistiques de natalité et des données de mortalité. Le pire n’est pas à trouver dans les chiffres offerts par chaque instance étatique, mais dans l’indétermination résultant de son impossibilité d’apparition.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 01. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenea.

Suite à des décennies de production de la disparition comme manœuvre gouvernementale, les modes d’apparition des espaces de dénonciation, tels des territoires vivants apportant une voix aux disparus, n’ont pas cessé. Ainsi, journalistes, activistes, artistes, théoriciens, entre autres, ne sont pas restés les bras croisés. Particulièrement depuis les années 1970, parler pour ceux qui n’avaient plus les moyens de le faire est devenu une tâche urgente. L’exigence de la vérité a rapidement fédéré de nombreux fronts, suscitant des marches et des meetings, des expressions et manifestations en tout genre, intervenant non seulement dans l’espace public, mais aussi radicalement dans l’espace privé. Face à cela, une pléthore d’artistes a manifesté dans les rues, s’est approprié le musée, les galeries et, bien entendu, les plateformes virtuelles. En particulier, le graphisme politique et la production artistique ont élevé, ou remis en cause, leurs moyens de diffusion pour répondre aux exigences sociales. Néanmoins, évoquer le deuil collectif des disparus n’implique pas de rapporter l’expérience douloureuse à une compréhension de la disparition en elle-même. Dans ce sens, la production d’art trouve son corrélat dans la production visuelle et matérielle de la restauration de la mémoire, de la dénonciation et de l’apparition vivante. Cependant, il est impératif d’effectuer un travail au-delà de la compassion pour réparer les dégâts.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 02. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#sceneb

Avec l’émergence des esthétiques matérielles,[1] l’horizon esthétique s’est déplacé vers des opérations relevant davantage du processus de recherche, et non seulement de la contemplation, qui établit les conditions de possibilité du sensible. L’esthétique, dans ce sens, conçue comme un instrument qui regroupe la dimension sensible des faits, des évidences, des matérialités, ouvre à nouveau la réflexion sur le passé, c’est-à-dire, sur l’histoire et, pourquoi pas, sur le présent. L’esthétique comme outil de recherche permet d’identifier, de générer des processus d’analyse et permet de reconstruire un monde en commun en partant de la matérialité elle-même. Un monde qui, de toute évidence, se présente comme un paysage désolé. Un des déploiements les plus remarquables de ce croisement entre la disparition forcée et l’esthétique, mais également entre les espaces numériques et les processus artistiques, est le travail de la plateforme Forensic Landscapes.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 03. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenec

Forensic Landscapes[2] est un projet qui a relocalisé les preuves matérielles de la violence activée par les disparitions forcées en Amérique latine, à partir des archives virtuelles, et cela sans menacer la condition matérielle de l’archive elle-même. C’est ainsi que ce projet consiste en une série de vidéos, de fragments de textes et de paysages multimédias qui repensent les dimensions politique et esthétique des disparus. Forensic Landscapes n’est pas un dépotoir d’information stérile, mais une série de huit paysages numériques qui croisent des informations sur des agents opérationnels de la disparition forcée. De ce fait, c’est également une proposition de présentation et d’exposition des preuves qu’a laissé derrière lui ce phénomène en Amérique Latine. Chaque paysage dépasse la dimension de la compassion et s’aventure au-delà, comme un outil cartographique intégré en tant qu’argument d’une contre-histoire de l’ordre politique. La puissance de Forensic Landscapes est celle du retour, par l’esthétique et les paysages estimés médico- légaux, à une archive et une cartographie virtuelle de l’absence, opérant sous la forme d’un atlas politique des disparus permettant de réorganiser leurs conditions d’apparition, et cela en prenant l’esthétique comme point de départ et comme outil de recherche médico-légale. Aussi, chacun des paysages médico-légal, exposés sur la plateforme fonctionne, mise à part la volonté de dévoiler une vérité capable d’éclaircir les faits, comme une archive renversant les dimensions géopolitiques et générant un paysage esthético- légal d’une série d’épisodes de violence ayant eu lieu au Mexique, au Guatemala et en Argentine.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 04. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scened

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 05. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenee

Forensic Landscapes est, clairement, un moyen de recherche et de repérage des absents, mais également une façon de montrer et d’exposer, par ces paysages mentionnés, l’absence comme matière obscure.[3] La proposition d’une esthétique investigative, d’après laquelle les manières de présenter, de montrer et d’exposer sont également des modèles de recherche qui ont pour but de tourner le regard vers les histoires inabouties et oubliées de l’histoire elle-même. Les cartographies médico-légales présentées par Forensic Landscapes vont au-delà d’une narration linéaire des faits violents advenus, mais scrutent par-delà les événements et l’accumulation discursive et matérielle des faits, pour rendre à la recherche et à l’apparition des disparus toute leur dignité. Au vu de cela, les paysages ainsi proposés par Forensic Landscapes constituent des témoins matériels, même dans leur dimension numérique, de l’histoire, de la géographie et, pourquoi pas, de l’esthétique elle-même. La série de huit paysages a détourné l’histoire de l’indignité de la disparition afin de générer les conditions d’apparition des disparus. C’est ainsi que, par l’esthétique investigative, nous sommes à même de situer un non-lieu où les disparus revêtent une dimension politique. Forensic Landscapes peut se comprendre comme un paysage légal mais aussi comme une atopie qui rend possible, par l’archivage virtuel de l’absence, des territoires médico-légaux d’apparition esthético-politique. Forensic Landscapes est un appel à réorienter l’expérience du sensible et du politique à partir d’une atopie, le topos des absences, pour réorganiser les formes de l’expérience et les implications de la connaissance humaine autour des faits et de la violence du présent.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 06. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenef.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 07. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#sceneg

Ouvrir la possibilité d’un dialogue entre l’histoire de l’art et l’histoire des disparitions forcées dans le monde contemporain revient à reconstruire, d’une part, une histoire de la production artistique qui ne vient pas uniquement des musées et des galeries, mais également de l’histoire elle-même ; tandis que d’autre part, l’histoire des disparus se centre sur la réparation d’une archéologie des vies en suspens. Forensic Landscapes permet de comprendre la dimension politique des productions esthétiques d’un point de vue numérique, mais surtout les articulations entre la violence, la formation de la culture, les procédures judiciaires publiques et les pratiques d’intervention esthético-numériques qui nous sont présentées ouvertement comme un acte politique. Dans ce sens, Forensic Landscapes rend visible et énonçable la problématique historique et épistémologique de l’absence. Chacune des cartographies politiques montrées sur la plateforme présente des scénarios atopiques qui subvertissent les logiques de représentation pour faire apparaître ce qui a été délibérément « disparu ».

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 08. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenei.

À en croire Boris Groys, « l’art, en revanche, constitue un moyen moderne de dépasser cette préférence et d’établir une certaine égalité entre les vivants et les morts»,[4] de tourner son regard vers les restes et les ruines de ce qu’a laissé le phénomène de la disparition forcée en Amérique latine. C’est là, sans doute, une tâche de l’histoire et des procès en justice, mais également un devoir des artistes, curateurs, chercheurs et historiens de l’art ; sans négliger, en complétant la proposition de Boris Groys, la légitimité des disparus qui demeure encore une question en suspens.

[1] Cf. Forensic Architecture. Hacia una estética investigativa, España: macba-muac, 2018, p. 32.

[2] La plataforma puede ser revisada en Forensic Landscapes: https://www.forensiclandscapes.com/

[3] Fragmento de la pieza: https://www.forensiclandscapes.com/

[4] Boris Groys, Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporáneo, Buenos Aires, Caja Negra, p. 19.

Atopies: towards an aesthetics of forensic landscapes

One can safely state that enforced disappearances in Mexico, Chile, Argentina and Guatemala, among many other territories, are consistent with the contemporary face of violence and its indescribable and concealed dimension today. Various scenarios of impunity, whether clear or obscure have both shown that issues related to the disappeared are yet to be addressed by history, justice and, of course, politics. The problem area of the disappeared does not consist of an empty field, but on the contrary, it carries within, the faces of contemporary violence, injustice and impunity. There is no doubt that, as a result of a legal vacuum, the disappeared person has been stripped, by force, of a political base and of his political status, and, in that sense, there has been a removal of what determines the human nature, such as a condition worthy of appearance. Therefore, at the theoretical and political level, the issue of the “disappeared” represents a grey area to cover since it is situated, if indeed it occurs, between the living and the dead, at the crossroads of birth statistics and mortality data. The worst is not found in the figures provided by each government body, but in the uncertainty resulting from the impossibility of appearance.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 01. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenea.

Following decades of practice of disappearances as a governmental maneuver, new forms of denunciation spaces, just like territories kept alive and giving voice to the disappeared, have not ceased to emerge. Thus, journalists, activists, artists, theorists, among others, did not stand idly by. Especially since the 1970s, speaking on behalf of those who no longer had the ability to do so, has become an urgent task. The demand for truth quickly channeled through a plethora of fronts, from marches and rallies to expressions and demonstrations of all kinds, thus intervening not only in public spaces, but also radically in private spaces. Against this background, countless artists have taken to the streets, taken over museums, galleries and, of course, digital media. To a greater extent, political graphic design and artistic production have raised, or shifted, their level of dissemination to meet social demands; Nevertheless, to evoke the collective mourning of the disappeared does not imply elevating the painful experience to an understanding of the disappearance itself. This way, the artistic production finds its correlate in the visual and material production of the restoration of memory, of the denunciation and of the appearance of the living; however, the task at hand will have to be above compassion in order to undo the damage.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 02. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#sceneb

With the emergence of investigative aesthetics, the horizon of aesthetics has shifted towards more operative methods using research, rather than just contemplation, thus creating the necessary conditions for sensible engagement. Hence, aesthetics, conceived as an instrument that brings together the sensitive dimensions of facts, evidences and matter, opens the way for a renewed reflection on the past, namely, on history and, why not, the present. Aesthetics as a research tool allows to map out, generate processes of analysis as well as reconstruct a world together from this same matter. A world that clearly presents itself as a desolate landscape. One of the most notable shift of the junctions between enforced disappearance and aesthetics, but also digital territories and artistic processes, is the work presented on the Forensic Landscapes platform.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 03. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenec

Forensic Landscapes is a project that has relocated material evidence of the violence triggered by enforced disappearances in Latin America, from virtual archives while not affecting the material condition of the archive itself. This project consists of a series of videos, textual fragments and animated landscapes that re-imagine the political and aesthetic dimensions of the disappeared. Forensic Landscapes is not a depository of sterile information, but a series of eight digital landscapes which cross-reference information about the agents of enforced disappearance. However, it is also a way to present and exhibit material evidence that enforced disappearance in Latin America has left behind. Each landscape goes pass the dimension of compassion and ventures beyond; acting as mapping tool which has been added to present a counter-history argument of the political order. The strength of Forensic Landscapes is a return in order to document and to map out absences digitally through aesthetics and forensic landscapes, in other words, to produce a political map of the disappeared which allows to reorganize their conditions of appearance; aesthetics being a starting point and a forensic research tool. Also, each of the forensic landscapes, exhibited on the platform, goes beyond the motivation to unveil the truth that would establish the facts, and seeks to overturn the geopolitical dimensions and generates an aesthetic-forensic landscape of a series of instances of violence that took place in Mexico, Guatemala and Argentina.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 04. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scened

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 05. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenee

Forensic Landscapes is, clearly, a way to search for and track absent persons, but also a way of showing and exposing, through those same landscapes, absence as obscure matter. This investigative aesthetics approach where the processes of presenting, showing and exhibiting are also research methods that aims to focus on the unfinished and forgotten stories of history itself. The forensic cartographies presented by Forensic Landscapes not only go beyond a linear narrative of violent events, but look underneath the events and the discursive and material accumulation of facts, in order to restore the dignity of the search and appearance of the missing. In view of this, the landscapes thus proposed by Forensic Landscapes are material witnesses of history, geography and, why not, of aesthetics itself, even in their digital dimension. The series of eight landscapes has shifted history away from the indignity of the disappearance in order to create the necessary conditions of appearance of the disappeared. Thus, through investigative aesthetics, we are able to locate a non-place where the disappeared takes a political dimension. Forensic Landscapes can be viewed as a legal landscape but also as an atopy that makes it possible to have forensic territories of political-aesthetical appearance through the digital process of archiving absence. Forensic Landscapes is an invitation to find new ways to experience the sensible and the political from an atopy, the topos (topographical maps) of absences, so as to reorganize the various elements of the experience and the implications of knowing the facts and violence of the present.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 06. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenef.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 07. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#sceneg

To make it possible to open a dialogue between the history of art and the history of enforced disappearances in the contemporary world means to have to reconstruct, on the one hand, a history of artistic production that comes not only from museums and galleries, but also from history itself; while on the other hand, the story of the disappeared focuses on the repair of an archaeology of lives yet unresolved. Forensic Landscapes allows us to understand the political dimension of aesthetic productions from a digital perspective, but most important of all, the links between violence, the development of culture, public demands and the practices of digital-aesthetic interventions that are openly presented to us as a political act. In this regard, Forensic Landscapes gives visibility and voice to the historical and epistemological problem of absence. Each of the political cartographies shown on the platform presents atopic scenarios that disrupt the logics of representation to make appear what has been deliberately “disappeared”.

Forensic Landscapes (2020). Forensic Landscapes 08. Cortesía de: Pablo Martínez. https://www.forensiclandscapes.com/#scenei.

According to Boris Groys, “art, on the other hand, is a modern way to overcome this preference and establish a certain level of equality between the living and the dead,” to highlight the remains and ruins left behind in Latin America by the phenomenon of enforced disappearance. This is, no doubt, a mission for history and court trials, but also a duty on the part of the artists, curators, researchers and art historians; to reiterate Boris Groys’s statement, the legitimacy of the disappeared still remains an unresolved issue.

[1] Cf. Forensic Architecture. Hacia una estética investigativa, España: macba-muac, 2018, p. 32.

[2] La plataforma puede ser revisada en Forensic Landscapes: https://www.forensiclandscapes.com/

[3] Fragmento de la pieza: https://www.forensiclandscapes.com/

[4] Boris Groys, Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporáneo, Buenos Aires, Caja Negra, p. 19.